sábado, 27 de junio de 2009


fui a refugiarme contigo
y allí estabas, esperando
tocaste el piano para mi
y me dijiste
que siempre me habías amado
en silencio, de la única manera que te dejaban,
y me contaste
que irían a buscarte,
pero que pronto regresarías.
y me dejaste
tan llena de palabras,
que no te puedo quitar de mi cabeza
-porque nos hubíeramos amado de verdad-
que tu tampoco puedes quitarme de la tuya.

Porque somos iguales...