miércoles, 24 de febrero de 2010

MENUDA VIDA MÍA

Quiero expulsar de mí todos los demonios
Por eso me he alejado de ti, mi vida.
Me enfrentaste a mi cuerpo y a mi alma
Y te detesto desde entonces cuando veo tu reflejo
En el espejo del armario
Donde guardo los disfraces que me pongo
Cada día cada hora cada instante
Para que me veas mas guapa cada vez
Para saberme mas destruida cada día

Pero todo tiene su tiempo
Y bajo el cielo tiene su hora
Y la tuya está cada vez más cerca
así que mira bien por dónde pisas
que el mundo esta lleno de arenas movedizas,
y tu no las sabes distinguir
como yo no sabía distinguirlas

si esto es la vida sin ti
ralentizado el tiempo
a la enésima potencia
no puedo seguir diciéndote
nada
y seguir sintiendo todo
cada día cada hora cada instante

hinchada ya de la vulgar medicina
he pedido a mi cuerpo de rodillas
que decida si quiere morir o vivir
y ha decidido

entonces los pulmones se han abierto
mi alma se ha mirado en el espejo
y no se ha disfrazado por primera vez
en mucho tiempo y entonces

entonces el infierno se ha vuelto un paraíso
pero ahora no se por donde regresar,
ni siquiera se si quiero hacerlo
por miedo a encontrar de frente
todos los demonios
por miedo a encontrarme frente a ti, mi vida
y ahora ésta lucha entre mi cuerpo y mi alma
se ha entristecido desde que no te ve
y también –cómo no-
desde que no te siente dentro de la herida

si es que esto sin ti
es la vida no me gusta
lo que veo

porque puedo decidir no tener
este olor en mi cama japonesa
porque no tengo ya
ni dinero para el somier
ni hucha donde guardar
las monedas que como si fuera una puta
me dejaste encima de la mesa
el día de la despedida.

Pues te joderá saber que siempre
He sido puta porque puedo serlo
De muchas maneras

Y tengo la sensación de estar muerta en vida
Cuando miro la terraza de este sepulcro de placer
En el que vivo desde hace 40 días y 40 noches
Que es el tiempo que el calendario dice que llevo aquí
Metida en esta tumba bella y silenciosa
Regada con ginebra los viernes por la noche y con
Vino blanco el lunes y el domingo
Cuando le doy a la ginebra
El día de preceptivo descanso
A cambio de que me traiga a Morfeo en
Bandeja de Planta cada día
Que oiga mi silbido en la esquina de la calle
De enfrente donde espero que llegues
Algún día por sorpresa
Como he llegado yo a esta habitación
Que me muestra en el espejo
Del armario que no todas las cárceles
Tienen rejas en las ventanas
Que algunas solo tienen mosquiteras
Y aun no he decidido que hacer
Con esta menuda vida mía
Que noche tras noche sigue
Refugiándose como una puta en esa esquina
Que noche tras noche sigue sin saber
Cuanto quiere cobrar por un servicio