viernes, 17 de junio de 2011

Camino de baldosas amarillas

Tengo mucho sueño
pero te sigo soñando despierta
en una isla perdida
leyendo palabras imposibles.

He bebido más de la cuenta
y comido pizza y arroz como palomitas
en el cine, en el que la felicidad
es sentarse en la butaca que quieres
y salir poniendo a parir
la película que has visto
si es conmigo.

He sonreído gratis durante toda la tarde
a extraños y lejanos de una manera
tan cercana que parecían tú.

Me he caído por las escaleras pensando
que seguía el camino
de baldosas amarillas
y al final no estaba el hombre de hojalata
sino Dorothy.
Yo era el espantapájaros.

Siempre nos quedará París,
me dijiste al oído antes de que yo
te dijera que odio el francés,
que hablo perfectamente el italiano
que el chocolate que más me gusta es el suizo,
y que te he dejado por otro.

Bueno, esto último,
aún no lo he decidido,
pero en ello estoy...