martes, 24 de abril de 2012

El día que estoy por vivir

Si hoy fuera el día del libro
habría desayunado en una terraza
con vistas a la Alhambra
me habría emocionado
una vez más
por el Paseo de los tristes y
una lágrima
me habría recordado
que ya no estamos juntos
todos los días de mi vida
Habría quedado contigo
para ir a ver a los libros
quietos
en las casetas las caras de la gente
comprando una Parranda larga
sin tener ni idea de la bomba
que iban a poner en sus estanterías
durante dos horas
nuestras bocas compartirían
versos y reversos con besos
entremezclados
que endulzaran el camino de regreso
En la plaza de la catedral
un capuccino entre extranjeros
nos habría aclarado aún más
lo mucho que también nosotros
lo somos
De vuelta a casa
poniendo en práctica un desvío
para no tener que llegar nunca 
nos hubiéramos despedido en la esquina
donde Ayala empezó a tener sueños
de escritor
y así sin más
y ya cerca de mi casa
serían las siete la hora
a la  que de nuevo querríamos
querernos por Granada
tomar unas tapas en el Albaycín
pasear por la calle da igual el nombre
si es contigo al lado

Pero hoy no es el día del libro