Mi tristeza de tenerte lejos
hoy,
es la alegría de poder
acariciarte dentro de
cuarenta días.
Siempre fuiste mi tentación
tú lo sabes,
y a mi me gusta.
No me lo digas,
no sea que me lo crea
y el día que nos veamos
te bese en la boca
por accidente
y tengamos más que palabras
y lleguemos a las manos...