De tu corazón al mío hay una inyección de capital a la banca
El lenguaje que de usarlo ha cogido mala forma
La incertidumbre de saber si podré mirarte tres días en semana
O tendré que esperar a que la Aneca me lo diga
Olvidar que a donde vamos no hay relojes
Ni alimentos para gente como yo
Y algunas lágrimas que transformar en micropoemas
A bajo interés
Si tú dejas que se queden.