jueves, 28 de junio de 2012

El Panóptico de Bentham

Las palabras y las cosas
se parecen
más allá del título de un libro,
dependen de la mirada
que vigile
de la mente que interprete
de lo que ocultan y de
aquello que no saben
que dejan ver.


Más allá de lenguas y conocimientos
de haber perdido horas de sueño
en jornadas laborales
que nunca terminaban.

Se trata de emociones,
de la lucha por la supervivencia
en un mundo que no termina
porque nunca empezó.

Quizá debamos acudir
a lo más básico
a la esencia de lo que somos
y sabemos: de qué está hecho Don Quijote,
el valor de un automóvil,
lo poco que dura un euro,
la lealtad de los amigos.

Mirar por la ventana,
ver nuestro reflejo
y comprobar
que seguimos mirando
más allá de un vidrio opaco.

Que las palabras y las cosas
somos nosotros en otra vida
y por eso, como si no hubiera un mañana
debemos responder por ellas.