Todos hemos sido marionetas
de algo o alguien.
No mientas, que te crece la nariz, como a Pinocho.
Lo que vengo diciendo...
Solo una botella de vino,
del sincero, del que raspa en la garganta cuando
dices Te quiero.
Una entrada de teatro,
y piedras de más de dos mil años,
los que a veces pienso que hemos compartido.
Nada más, basta con unos hilos de sedal,
pintura roja para los labios putos que no dicen verdades.
Tú y yo y Granada,
en cualquiera de los dos continentes en los que existe,
Ya sabes... "la luna vino a la fragua, con su polisón de nardos".
Porque a eso, es a lo que hueles.
sábado, 4 de agosto de 2012
jueves, 2 de agosto de 2012
Al- hacaba.
Hay queridos paseando
Cuando ya ha caído la noche
Aquí en Granada.
Las botellas de vino reservadas
Cobran vida y amores que matan
Vuelven a la vida
Y una lágrima.
La cena será tan natural como
Mi amor por ti aliñado con virgen extra
Y olor a naranja, qué menos.
Las torres gritan antes de caer
A un pozo de amargura recortado
Por decreto ley
Y para colmo, la piscina que veo
Desde la ventana de tu cuarto, sí he entrado,
No podría recoger, ni mucho menos, la mitad del dolor
Que me has quitado en estos días.
Y otra lágrima.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)